o "El vínculo adulto-niño: una asimetría en crisis"
Así se titula el trabajo de invetigación de la Dra. Noemí Allidiére acerca de los vínculos entre adultos y niños, padres e hijos en la posmodernidad. Sus premisas son:
"La globalización de la economía y los mercados, conjuntamente con la ilusión de hegemonía cultural y social que los medios masivos de comunicación tienden a generar, se reproduce, a nivel psicológico, en una percepción homogeneizada de las etapas evolutivas de la vida humana. Percepción en la que tienden a borrarse las diferencias entre las categorías psicosociológicas niñez y adultez."
Esto conlleva a que los roles parentales mediados por las categorías impuestas por el mercado se van desdibujando; convirtiendo la "asimetría" - que debería delimitar las relaciones entre padres e hijos - en una simetría, donde los roles se asemejan obteniendo a chicos disfrazados de adultos y adultos jugando a ser niños...
Esto conlleva a que los roles parentales mediados por las categorías impuestas por el mercado se van desdibujando; convirtiendo la "asimetría" - que debería delimitar las relaciones entre padres e hijos - en una simetría, donde los roles se asemejan obteniendo a chicos disfrazados de adultos y adultos jugando a ser niños...
"Los padres y adultos, objetiva y subjetivamente huérfanos de la posmodernidad, presentan considerables dificultades para ubicarse, ellos mismos, en los roles parentales. Al no sentirse ni externa, ni internamente, sostenidos, no pueden sostener, a su vez, adecuadamente, a sus propios hijos en las prolongadas necesidades de dependencia afectiva y/o material características de la niñez.
Como consecuencia de esta dificultad, los hijos (y los chicos en general) pasan a ser percibidos como más grandes y, en muchos casos, como casi adultos, “emparejándose”, invirtiéndose o desdibujándose, consecuentemente, la simetría adulto-niño (padre/madre-hijo) imprescindible para llevar a cabo un proceso de crianza que favorezca en el pequeño la estructuración de una personalidad sana.
La simetría o “emparejamiento” (yo soy amiga/o de mis hijos) y la inversión de la asimetría en el vínculo adulto-niño (el niño ubicado en el lugar del adulto y sosteniéndolo emocionalmente) se ve estimulada al máximo, desde los medios masivos de comunicación y la publicidad (...) "
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